martes, noviembre 29, 2016

Manipuladora envilecida -- Poema

Maldita
maldita y ciega,
maldita ciega y necia,
maldita, ciega, necia y cruel
maldita, ciega, necia, cruel y maldita
maldita
y mil y un veces maldita.

Que aprietas los ojos
y a otras verdades niegas
y te burlas del sentir del otro,
de sus creencias, sus tristezas
y sus modos.

Cada día me matas por la espalda
pero niegas que sea un puñal
la punzante arma que tu mano carga
mientras lo clavas y reclavas
y en lo profundo mientras lloras escarbas
haciendo sangrar mi cuerpo
haciendo sangrar mi alma
queriéndome hacer creer
que lloras porque me amas.

lunes, noviembre 28, 2016

Desazón evolutiva -- Poema


Si es cierto
lo que dicen los diarios
que nuestro gobierno
construye un vallado
que anda dividiendo
la frontera argentino boliviano
entiendo
que el ser humano
ya no tiene remedio.

sábado, noviembre 26, 2016

No hay injusticia que dure cien años -- A Fidel Castro

¿Y ahora,
con qué cara
vas a mirar a Guevara?

¿Vas a poder mirarlo a los ojos
o como un  piojoso
le pedirás a Dios
que lo mande al Congo
buscando liberar a los demonios
de quienes oprimen
sus falacias liberales?

¿Te perdonaron los cubanos
que tan mal la pasaron
y a los que traicionaste
diciendo hermosas palabras
mientras mirabas para otro lado?

¿Y ahora qué Fidel?
¿Qué queda ahora de nuestras vidas?
Eras el último bastión de una ideología
muerta y oprimida con violencia
por el temor iracundo
que te tuvieron las potencias...

Y con todo ese poder
no hiciste nada para cambiar el mundo
y te enriqueciste
siendo funcional a su sistema.

¿Y ahora qué Fidel?
Tuviste las ideas de un revolucionario
el actuar de un tirano y la muerte simple
de un olvidado burgués.

Espero se te abran las puertas del cielo
y que Guevara vestido de portero te atienda
y de una vez por todas
                                      se te haga justicia.



Los Dolores del Valle -- Poema

Collage Dolores Newbery
No duele llorar solo
duele la soledad de estar llorando solo
solo ante una masa de recuerdos
que apretan el pecho
que estrujan al alma
como a un trapo viejo.

La miseria llena de huesos malditos
señala con su largo dedo
la promesa ineludible,
su augurio no es casual,
silenciosa y sin desdén
vendrá también por mí.

Secará mis entrañas,
luego mi pecho, mis manos,
mi lengua, mis oídos, mis ojos,
mi cerebro hasta dejarme
en un mundo miserable
lleno de flores color rosa
y grises vencejos y azules zorzales.

Desde que empezaste a irte
supe sellado el destino.
El tuyo, el mío, el de todos
los que te amamos, vieja loca, vieja linda.

Prometo que el tiempo
no marchitará tu magia
mientras mis lágrimas solitarias
caigan sobre tus recuerdos. 

viernes, noviembre 25, 2016

Desde el infierno -- Poema

Me ahoga esta ausencia de voz
este silencio parisino entre los dedos
esa esbirra idea lacaniana de ser incapaz
de poder ver mi propia mirada
cuando así lo desee.

Me atormenta la idea de vivir
como Balder por siempre junto a Hel
tan solo por negarte
a cambiar tu burlona sonrisa
y derramar al menos una lágrima fingida
.

jueves, noviembre 24, 2016

No nací para eso -- Poema

La flor del miserable (*) - de José Gregorio Parodi Jaramillo

Podría haberme quedado esperando en silencio
pues las esperas vienen acompañadas de paciencia
y como la paciencia es la ciencia de la paz
quedarse en silencio es la más sensata de las esperas. 

Podría sentarme y jugar al Don Pirulero 
con los dedos más gordos que en las manos tengo
y aprovechar la distracción para mirar a otro lado
mientras a mi alrededor la mierda naturalmente sigue fluyendo.

Podría desechar las palabras más amargas 
y dulcificarlas con esperanzas de cotillón
respaldarlas con pelusas de bolsillo y responsabilizar 
a sus agujeros de nuestras pérdidas de respeto y compromiso.

Pero... ¿Sabés qué? Me dí cuenta que no nací para ser indiferente
para quedarme callado, para mirar para otro lado
mientras juego al Don Pirulero y justifico lo injustificable
en un suspiro culpando de todo al agujero que acá nos trajo.

Así que si te mandé al carajo, no creas que es por loco,
que se me reviró un ángel, o que estoy estresado, simplemente
date cuenta que me cansé de tenerte paciencia, de mirar
para otro lado y de colorear con papel picado 
                                                             cada una de tus miserias.

miércoles, noviembre 23, 2016

Desencuentro -- Poema a

Rodeado de presencias homogéneas e indiferentes,
te busqué silencioso entre esas gentes
que eran sombras aburridas, estriñidas y estériles.

Me invadió tu ausencia,
como un rayo en la tormenta
de pronto tuve tres palabras
que fugaces hicieron agua.

Y volvió mi mirada a buscarte en la nada y nada era porque no estabas.

Qué bueno no haber dicho adiós,
qué ganas de seguir sabiendo
el cómo de tus pasos
y la forzada sin razón de tus huellas.

lunes, noviembre 21, 2016

Buenos Aires -- Poema

                                             Extraño
el aroma tecnocrático del subterráneo,
las silentes luminarias en Plaza de Mayo,
los caóticos balcones de Diagonal Norte
y su estrafalaria cohorte de árboles sin hojas. 

                                      Contrastan
coloridos los jacarandaes florecidos
con los grises elefantes de vidrio y concreto.
El taxi, el peatón, la puteada, el colectivo,
y la gente. Tanta gente. Tantísima gente.                                 

                                                      Cansados
trenes que imponentes violan la villa en Retiro.
El pasaje con veredas opuestas e idénticas.
El plata sin brillo oliendo a carbón y chorizo.
La calleja que con rejas del tiempo se apropió.

La sanguinaria historia del romántico Rosedal
y esa verga colosal sin esperma ni testículos.
 Sin paraíso, es fruto prohibido Buenos Aires,
cambalache de inmigrantes, de cristianos y milicos

que escondidos en las sombras de sus circos
sin culpa le robaron el destino a los niños
el consuelo a los más viejos y a los pobres hasta el hambre.

Fruto podrido eres, mi querido Buenos Aires.

martes, noviembre 15, 2016

No dejes, nunca dejes... -- Poema a Mariano Petrucci

Aún cuando la muerte deje en tus mejillas ese aroma que tanto anhela la primavera,
no dejes que su caricia llegue cercana a tu profundo corazón.
Hay un lugar del alma en el que sos eterno,
y ese lugar es el que das a los que amás, cuidás y mantenés cerca.
Un hombre solo vive mil vidas cuando ama sin fronteras.
Un hombre vive solo cuando en el rencor se condena
y a la pena del eterno retorno jamás se rebela.
Un hombre que cree y es engañado no es culpable de ser crédulo
ni justo acreedor de la burla de los mil y un demonios que de él se ríen.
Un hombre solo vive mil vidas cuando ama sin fronteras.
Y si el perdón jamás llega y en la muerte la condena es vagar
como mendigo por los nueve infiernos del sin sentido, que así sea.
Que no sea la razón del loco, la moral del asesino, el designio del corrupto,
la ambición del avaro, las que dicten lo que es bueno y lo que es malo.
Aún cuando la caricia de la muerte amenace a ser cercana a tu profundo corazón
no dejes que te quiten de las mejillas ese aroma que la primavera tanto anhela.



lunes, noviembre 14, 2016

Batallando libertades -- Cosa

Deseo mirarme con optimismo, ver las semillas vedecer y a los capullos convertirse en flor. Deseo ser la mano que aja la tierra con la bravura de un terremoto y que la revuelve expulsando de lo más profundo a todos sus gusanos. Deseo ser la mano que imprime la simiente de un árbol que crece y no cesa nunca de crecer. Tener el pulso firme al sostener la espada que escribe puntos finales y que no se desafile nunca mi lengua sin dos caras. No dudo en mis manos que trabajan, que una es de lana y la otra de piedra, como el Dios Coquena, que con una castiga y con la otra acaricia. No dudo del que zanja para llevar el riego que alimenta de un lado a otro del desierto formando valles interminables.

Me he visto siendo, docente de mis docentes, alumno de mis alumnos, compañero de mis compañeros. Me he visto, barajando esos momentos y al dar de nuevo, ser quien soy en otro rol de un momento a otro sin sentir tristeza, ni orgullo, ni vergüenza alguna. Me he visto creciendo, he visto como la semilla oculta en el laberinto que cela el Minotauro ha crecido en mi dejando huella, haciendo sombra, rompiendo paredes, abriendo puertas y ventanas.

Me contemplé parado al borde del abismo dejando que la brisa me acaricie el cuerpo desnudo y me dejé caer. Y cuidé de mis alas de cera, aunque también he cuidado al sol, a quien nunca quise ajar su brillo y menospreciarlo como han hecho conmigo.

He dejado tras de mí un cadáver exquisito con todo lo que he escrito para que otro continúe la obra, un  cuerpo que muere lentamente y vendado camina hacia el abismo, he construido un ser tajante, determinante, expectante, que lo que ve aún lo vuelve a pensar o lo descarta fácilmente.

Ocupar un lugar en el espacio es una tarea que naturalmente cualquier sustantivo puede lograr. Sin embargo ser un lugar en el momento, donde los quienes vayan a jugar, a gozar, a aprender; tal movimiento solaz es el que dio vida a una parte de mí que de tan oculta que estaba pensé inexistente, creí que mi laberinto era el de Creta, sin embargo, mi laberinto era mucho más oscuro, mucho más amargo, mucho más cruel, inverosímil, peligroso y perfecto.

De pronto soy y en este soy dejé de estar. Ya no estoy en donde estaba, no soy carne de un laberinto celado por una semilla que crece ilimitada uniendo sombras, de pronto soy luz y camino, soy morada y destino, soy templo y olvido de una fe y un Dios que han muerto hace rato, pero en mi verbo y mi pasión, ese Dios despierta de cuando en vez y acaricia los párpados vacíos de aquellos que dormidos caminan por un planeta lleno de oportunidades. Sin temor a equivocarme advierto a los gritos que este camino es el peor de todos los caminos, que transitarlo es sufrir tristezas y soledades, que abordarlo nos margina y nos silencia porque los otros temen trashumar errantes por aquí, porque aquí aprendemos realidad y la realidad es como es, aún cuando la llenan de moños, guirnaldas y discursos bellos y manipuladores.

No soy una máquina de reproducir, soy un constructor de mi pensamiento mágico, un artista de la anarquía, el orador de alguna verdad que me supera y de la que desconfío (pues desconfío de todas las verdades).

Recuerdo que en ese que fui me dejé morir sin embargo hoy comprendo que nada ha muerto porque nadie era. En este que soy, toda huella es simiente que crece y florece  puesto al fin hoy, soy. Soy parte de tu huella, soy parte de tu pie, soy parte de la tierra que pisa tu pie al dejar huella. Soy quien olvida que mañana habré de morir y es por eso que al despertar cada mañana preparo las armas y sigo creciendo hacia el cielo, para hacer una escalera que deje en libertad al Minotauro y a Dédalo volar, tan alto como lo crea necesario.

domingo, noviembre 13, 2016

Recordarlas -- Poema

Yo no sé en qué silencio fue, si llegó sin querer o queriendo. Si tenía razón en golpear la puerta y entrar a las patadas o si con un simple permiso hubiera bastado para abrir hasta las ventanas y que entre por donde quiera. 

Yo no sé bien cómo es que sucede lo que sucede y si las cosas se visten con simples tules o con excelsos harapos.

Dudo, que alguna vez, en algún sitio, en algún momento nuestras manos vuelvan a rozarse, nuestras mejillas a besarse y los corazones a encontrarse y sonreír, sin embargo, hay en algún lugar de mi esperanza en el que sonrío como un bobo al recordarlas.

lunes, noviembre 07, 2016

Proyectos rotos... Canción

Fugitivos de este amor
que nos duele a los dos
quiero saber qué pasó
cómo mato a este dolor
eras la flor
y yo no
grito auxilio a viva voz
luego un silencio, un adiós
un sueño que ya murió...

Recordar,
las deshoras el ayer
mil y un cosas para hacer
vos y yo juntos.

Y de pronto murió
hay un muro entre los dos
nos repite qué pasó
va sanando ese dolor
soberbio él
ella no
sombras en la oscuridad
¿Ira de Dios?¿Por qué no?
¿Esperanza quedará?

Recordar,
las deshoras del ayer
mil y un cosas por hacer
vos y yo juntos...
Deseo mirarme con optimismo, ver las semillas vedecer y a los capullos convertirse en flor. Deseo ser la mano que aja la tierra con la bravura de un terremoto y que la revuelve expulsando de lo más profundo a todos sus gusanos. Deseo ser la mano que imprime la simiente de un árbol que crece y no cesa nunca de crecer. Tener el pulso firme al sostener la espada que escribe puntos finales y que no se desafile nunca mi lengua sin dos caras. No dudo en mis manos que trabajan, que una es de lana y la otra de piedra, como el Dios Coquena, que con una castiga y con la otra acaricia. No dudo del que zanja para llevar el riego que alimenta de un lado a otro del desierto formando valles interminables.
Me he visto siendo, docente de mis docentes, alumno de mis alumnos, compañero de mis compañeros. Me he visto, barajando esos momentos y al dar de nuevo, ser quien soy en otro rol de un momento a otro sin sentir tristeza, ni orgullo, ni vergüenza alguna. Me he visto creciendo, he visto como la semilla oculta en el laberinto que cela el Minotauro ha crecido en mi dejando huella, haciendo sombra, rompiendo paredes, abriendo puertas y ventanas.
Me contemplé parado al borde del abismo dejando que la brisa me acaricie el cuerpo desnudo y me dejé caer. Y cuidé de mis alas de cera, aunque también he cuidado al sol, a quien nunca quise ajar su brillo y menospreciarlo como han hecho conmigo.
He dejado tras de mí un cadáver exquisito con todo lo que he escrito para que otro continúe la obra, un  cuerpo que muere lentamente y vendado camina hacia el abismo, he construido un ser tajante, determinante, espectante que lo que ve aún, lo vuelve a pensar o lo descarta fácilmente.
Ocupar un lugar en el espacio es una tarea que naturalmente cualquier sustantivo puede lograr. Sin embargo ser un lugar en el momento, donde los quienes vayan a jugar, a gozar, a aprender; tal movimiento solaz es el que dio vida a una parte de mí que de tan oculta que estaba, creí que mi laberinto era el de Creta, sin embargo, mi laberinto era mucho más oscuro, mucho más amargo, mucho más cruel, inverosímil, peligroso y perfecto.
De pronto, soy y en este soy dejé de estar. Ya no estoy en donde estaba, no soy carne de un laberinto celado por una semilla que crece ilimitada uniendo sombras, de pronto soy luz y camino, soy morada y destino, soy templo y olvido de una fe y un Dios que han muerto hace rato, pero en mi verbo y mi pasión, ese Dios despierta de cuando en vez y acaricia los párpados vacíos de aquellos que dormidos caminan por un planeta lleno de oportunidades. Sin temor a equivocarme advierto a los gritos que este camino es el peor de todos los caminos, que transitarlo es sufrir tristezas y soledades, que abordarlo nos margina y nos silencia porque los otros temen trashumar errantes por aquí, porque aquí aprendemos realidad y la realidad es como es, aún cuando la llenan de moños, guirnaldas y discursos bellos y manipuladores.
No soy una máquina de reproducir, soy un constructor de mi pensamiento mágico, un artista de la anarquía, el orador de alguna verdad que me supera y de la que desconfío (pues desconfío de todas las verdades).
Recuerdo que en ese que fui me dejé morir sin embargo hoy comprendo que nada ha muerto porque nadie era. En este que soy, toda huella es simiente que crece y florece  puesto al fin hoy, soy. Soy parte de tu huella, soy parte de tu pie, soy parte de la tierra que pisa tu pie al dejar huella. Soy quien olvida que mañana habré de morir y es por eso que al despertar cada mañana preparo las armas y sigo creciendo hacia el cielo, para hacer una escalera que deje en libertad al Minotauro y deje a Dédalo volar, tan alto como lo crea necesario.

sábado, noviembre 05, 2016

Nombre -- Poema

Salí a la calle y grité tu nombre
el eco en el asfalto, el silencio del concreto
me dijeron que te habías ido
que ya no estabas
que no existías
que no eras más
que una ilusión  de mi mente solitaria.

¿Es el amor entonces
no más que una ilusión?

Grito tu nombre en las anónimas calles
pareciera que la vida, cínica
está decidida a jugarme una broma.

Soledad -- Poema

¡Oh soledad que pastas en mis tierras
que asolas mis ganados y a las flores te las llevas!
¡Oh soledad que en silencio me alejas!
Dime, en qué orilla del infierno beberás mi alma,
y devorarás mi cuerpo...

jueves, noviembre 03, 2016

Obsedra -- Poema

Puedo distinguir a las sombras
entre las sombras
veo su temblequeo
de cazador en vigilia, esperando.

Creen que no las reconozco,
que no sé que están vivas,
se mueven con sigilo
esperando arrebatarme el alma
y saciarse con mi carne.

Mientras tanto, horadan la razón en mi cabeza
me susurran al oído repetidas ideas necias
a las que, no sé por qué,
hace tiempo desdeñé y olvidé dejar atrás.

Son ustedes sombras malditas
las que no se reconocen,
las que se cuelgan del sillón
tanto así como del pie de algún gentil hombre

¡No somos sus mancebos!
No quieran quitarnos la vida
que de a poco nos arrebata el tiempo.

En esta tumba de frío cemento
vestida de blanco de rosa manchada
he visto un mirar y una luz florecer.