jueves, enero 02, 2014

MIlagros inesperados -- Poema

Sucede que sí
que así porque sí
y sin motivo aparente
el agua fluye
por el lecho del río
aunque no sea más
que tres o cuatro días al año
eso es más que suficiente
para mantener a todo un ecosistema
que hizo lo imposible
para adaptarse y sobrevivir
a una vida árida
estéril
seca.

Dicen que el agua baja de las montañas
de las lluvias que recibieron durante tantos meses
y como un regalo del cielo un río de treinta metros
de abre paso en el desierto.
Si todavía seguís creyendo
que no existen los milagros
ponte de pie frente a un espejo
y si aún eres ciego a verlos
entonces de nada sirve
el camino que has recorrido.

1 comentario:

María dijo...

He vuelto para hablarte.
Estoy aquí.
Estoy alegre: a veces no me acuerdo de tí; no sé si me comprendes, ni siquiera si estás aquí o resbalas por un aire
... que nunca pesó sobre mi boca Poeta.