Elecciones – Poesía

Si es lo que tu quieres
llora, patalea, grita,
hasta que al fin, exhausto,
caigas rendido y duermas

Todo es como desees
vive como quieras tu vida
haz con ella lo que Fausto
si es así lo que deseas.

Pero ni por un minuto creas
que puedo sumarme en esa
es mejor estar despierto
que escapar o dar pelea
contra esos molinos viejos
que funcionan con el viento.

Si haz de hacer la del Quijote
que bien vaya tu ventura
si te gusta darte golpes
allá tu y tu cabeza dura.

Aunque si lo que quieres
es vivir en paz la vida
acepta todo tal cual es
y baila al son de tu fantasía.

Vida – Poesía

Quisiera poder jugar con el viento
inmiscuirme en el silencio
donde la roca profeta se hace fuerte
y aguanta, nieve o truene,
hasta que por dentro se quiebre
y cuando esto sucede
rota la piedra da su grito
libertario y coronado
de la gloria que posee
por los tiempos que ha vivido
sin jamás haber fingido
que el silencio es la muerte
de quien habla sin sentido.

Ser parte de ese río
que del surco hace grieta
y lleva por donde quiera
esperanzas y sonidos
que al sabio dan consejos
y al cobarde ahuyenta
al sentirlos cual aullidos.

Elévate en el viento
compártete con el universo
que a tu tiempo se amalgama
y con la esencia se aúna
pues la vida es azarosa
pero siempre es una sola.

No hay misterios, ni mentiras,
donde veas solo hay vida
deséate en el futuro
como quieras que sea el fruto
que sacie tu sed y tu apetito
pues es tu fe aquel camino
que emprender de una vez debes
no hay correctos ni incorrectos
sólo hay lo que tu sientes.

Llueve sobre mí -- Poesía

Escuchen el sonido del agua cayendo
se va llevando el sonido del tiempo
las mugres que deja el dolor
parido en la desesperanza
se han vertido en mi los sueños muertos
de los tiempos de argamasa
que se diluyeron al momento
de ser toreados por las aguas.

Caen silenciosas las lágrimas que el viento
en su cola, sin querer, ha traído...
¿Qué es la ilusión, más que un juego
de ocultas necedades del sentimiento?

Vuela libre en lo eterno
despliegate cual mariposa
que desarma la crisálida
que cautiva la ha tenido
no te ofusques en la lucha por la vida
esta lluvia es la muerte
que golpea en los techos
resonando en los ambientes
perdidos en lo que sienten

Bestias, salvajes bestias
que se han dejado hundir en el silencio
que se ahogaron en su propias súplicas
llenas de dolor y resentimiento.

Bestias, salvajes bestias
que quisieron abrir el huevo antes de tiempo
se han elevado silenciosas
y con ansias poderosas por lograr,
cualquier cosa es lo que hicieron.

No descontrolen la estructura
crezcan sin quebrar estereotipos
entiendan que lo que habla en susurros
es el tiempo narrando sus historias
oigan el canto del viento
colándose entre las hojas rojas
es la canción que canta el alma al alba
cuando despierta de su eterno sueño
vibra músculo motor
no te acodes en la tristeza
aunque llueva hoy el alma herida
los campos fértiles de la mente
con esta al fin se vitalizan.

Gato – Poesía

Gato negro y maullón
que andás por todas las cornisas
Dios sabe lo que pides
con tu maullido maullador
sabemos que no es por hambre
ni que te falte amor
ni que a las estrellas cantes
canciones llenas de pasión.

Gato negro y maullador
que nada tienes por hacer
solo juegas con los bichos
que vuelan libres peregrinos,
nada escapa a tus garras
pues así es tu instinto
mata todo lo que atrapa.

Gato negro cazador
no maullés a las estrellas
dejá de velar el sueño
de aquellos que soñar desean
no quieras coger del cielo
el brillo que en el titila
ni quieras que la luna
sea esposa en tu fortuna.

Gato aventurero
tu que tienes siete vidas
vete a por el mundo
que fue hecho para ti.
Vete y vuelve cuando quieras,
te estaremos esperando.

Mes de abril – Poesía

Dulce mañana de abril
que llegas hasta mí
cálida y amorosa,
qué ha pasado con tus lluvias,
qué ha sido de tu otoño rojo
que muere antes de ser retoño.

Qué ha pasado con tu agua
que a más de un alma lava,
que ha sido de tu frío
que en pos del fuego nos ha unido,
que ha pasado con tu furia
otoñal y salvaje mes de abril…

aquí en el sur tu eras gélido
y allí en el norte eras placebo
de esos jóvenes mancebos
que salían de paseo
bajo tu luz primaveral.

Maldito calentamiento global
has echado tu maldición más vil
sobre tan hermoso mes
que llenaba todo de color
que al norte daba flor
y al sur teñía de amarillos,
de ámbares, de verdes y de rojos.

Mes de abril
quiero que lo sepas,
nada será lo mismo
si no pintas el planeta.

No despierten a la bestia -- Poesía

Así, cuando la bestia despierta
tus llantos de nada valen
tus súplicas de nada sirven
pues imperiosa la bestia se yergue
y devorar tu alma quiere
pues nada más le importa
que tenerte a sus pies.

Así, cuando la bestia duerme
es que frente a ella andas con sigilo
pisando silente el suelo crujiente
deseando tener alas en los tobillos
rogando al azar que en tu contra no juege,
pues si despierta a la bestia con el zumbar
que tus alas implumes hacen al aletear,
tus llantos y súplicas no servirán
y la bestia cruel te devorará.

Espejos – Cosa

El futuro es reflejo de nuestro presente
el presente es reflejo de nuestro pasado
en breve, somos una consecuencia
de lo que somos nosotros mismos

somos tan solo un píxel
del reflejo de dos espejos enfrentados
todo lo que hacemos
se refleja hacia atrás y hacia delante,
como así también aquello
que por algún motivo, preferimos no hacer.

No olvides tu comienzo – Poesía

Crees que está terminado el camino
crees que no hay salida
la vuelta atrás no debe ser una opción

pasa a través de aquello
que tu paso coarta
sáltalo, superalo, bordealo,
o ve por debajo de ser necesario
pero déjalo atrás.

Recuerda tu horizonte
no vayas sin rumbo
si quieres llegar a donde ibas
cuando partiste, tu horizonte
no era ese tremendo obstáculo
que hoy se yergue ante ti
imposibilitándolo todo.

Recuerda tu comienzo
cuando vislumbraste por vez primera
donde era que llegar querías
deja detrás ésta etapa
y logra real tu utopía.

Yendo – Poesía

Recojo de a uno
las flores y frutos
de un tiempo prohibido
no escojo al olvido
aunque el recuerdo
a veces duela hasta la médula,
aunque el miedo me arrincone
y el llanto me deshidrate,
aunque ya nada entienda
y a diario en la lucha, muera.

No he de sufrir el presente
aquí construyo aquello
que más adelante por mi espera
y allí le daré uso.

Cargo en los hombros
el oscuro silencio
el dolor del recuerdo
el sopor del olvido
el fragor de la batalla
la amarga victoria
la dulce retirada
y volver a casa

vencido
pero aún con vida
vivo,
con aún más experiencias
experimentado
aunque derrotado
derrotado,
pero con vida.

Regreso a casa
cargando en los hombros
todas las flores y frutos
que junto mientras camino.

Mitos – Cosa

Mitos eran los de antes, ahora existen los hitos, los ritos, los gritos (en mayor medida), el fanatismo y el borde. El límite. Ahora se maneja algo así como una sucinta estafa, ante una imposibilidad, alguien hace posible lo que para otro es imposible, y se nomina servicio. En cambio antes, en vez de servicio era heroísmo, y los héroes tarde o temprano llegaban a ser mitos, grandes y mágicos como los dioses. Mitos eran por ser pocos quienes lograban hacer realidad la maga, el sueño, la pesadilla. Al lograrlo,  ya podía echarse a dormir cómodamente en los laureles de la gloria.
Ahora los mitos son los miedos más comunes de las urbes y sus gentes, mana de esas inseguridades que juntamos por no ser más que un menjunje de huesos, tendones, carnes y agua. Todo aquello que nos atemoriza se transforma en mito rápidamente, no hay grandes proezas, ni inestimados heroísmos, no existe ese amor por la aventura, ni tampoco la vida vale tanto ya. El hecho que una vida valga menos que una bala, nos hace dar cuenta que menospreciado está todo, que devaluada está la vida.
Los mitos de ahora carecen de magia, de loca y desbocada imaginación, de esa dulce extravagancia que nos traía la ignorancia. Si no hacemos algo con lo que sabemos, debemos aceptar y comprender que el saber entonces no nos lleva a nada. Sabemos muchas cosas de las cuales no nos hacemos cargo, tenemos valores invertidos y puntos de vista erróneos. Sabemos lo que sabemos pero no hacemos nada al respecto. Saber, no nos lleva a ningún lado que no querramos ir.
Los mitos que quedan no tienen fuerza, se leen y aprenden en las escuelas con tonta inocencia, con sorna a esos antepasados que se arriesgaron a dar ese paso, impensable, imposible, necesario. Ahora tenemos hitos, ritos, gritos… pero mitos, mitos eran los de antes…
El paso del tiempo nos ha dejado crear hitos, monstruos reales que marcan un antes y un después, logrando así escribir la historia con sangre, borrando así del libro de la humanidad la magia.
Lástima que ya llegamos al límite, y que aún parados en el borde sigamos adorando a gritos los ritos de los hitos, tachando y olvidando, el saber, la razón y el por qué, que tenían los mitos de antes.

En la primera fila – Poesía

En la primera fila
nada queda lejos
tal vez porque a simple vista
uno puede verlo todo
desde aquí
se respira la magia del artista
uno ve sus gestos, sus hechos,
sus modos, sus silencios,
y aprovecha de cercana manera
el par de monedas de más
que ha gastado, con tal de estar
sentado en primera fila.

Hombres de Aragón – Poesía

Hombres de Aragón
levantad las lanzas
venced al dragón
que los trae entre danzas.

Al miedo no dejéis
penetrad en sus almas
si tal credo tenéis,
nunca habrá aguas calmas.

Es nuestro menester
dar dura batalla
a quien quiera tener
a nuestro Rey a raya.

Hombres de Aragón
huid de tal letargo
pues el corazón
no bebe trago amargo.

Hombres de Aragón
que el amor os impulse
pues la victoria y la razón,
al alma son bebida dulce!

Hombres de Aragón
levantaos en combate
matemos al dragón
así la historia nos hace grandes!

Hombres de Aragón,
nuestras vidas nada valen
si no luchamos por aquello
que queremos y creemos!

Hombres de Aragón
empecemos la travesía
no tendremos parangón
cuando la historia nos describa!

Noche de enamorados – Poesía

Llega la noche
silente, cómplice,
todas las estrellas
se cuelgan del cielo
y la luna redonda
bañada en plata
de sus prendas se despoja.

Desde los bancos de las plazas,
los jóvenes enamorados
se miran a los ojos,
le sudan las palmas de las manos,
ruegan a las estrellas
que murmuren a sus amadas
esos escondidos secretos
tras sus labios tímidos e inquietos.

Bajo el cielo azul profundo
que en un guiño los acompaña
con amor y con dulzura
de esperanzas sus almas baña.

Jóvenes enamorados
que las estrellas guían
dejad que el cielo ría
locamente descarriado
que el amor sea simiente
que la dicha sea el suelo
que la verdad sea el abono
y así su amor alcance el cielo!

Gracias por tu arte, gracias por ser parte -- Poesía dedicada a Mario Benedetti

Mario Benedetti

“… a Mario Benedetti…”

Cuando la muerte llega
nos arrebata un pedazo de vida
sentimos las manos vacías
y nos quedamos preguntando
¿qué es lo que carajo pasa?
claro, que en estos momentos
siempre faltan las palabras
nos llenamos de lágrimas
y recordamos cada momento pasado
con un nudo en la garganta…

Te digo la verdad Mario,
no hay nada que valga la pena,
así como mil vidas bien vividas
no pagan una muerte
menos, claro está,
una muerte como la tuya
seguro que Dios quiso tu ayuda
y así como te trajo te llevó
sin pedir permiso
ni dar explicación alguna.

Sabé que sabemos que no hay nada
que llene el agujero que se nos hizo en el alma,
ni tampoco que exista virgen que pueda
desatarme este nudo de mierda
que me dejó mudo, que me dejó sordo,
que me dejó triste y con la vista nublada.

Si quise ser poeta fue por leer tus poemas
me enseñaste que la letras,
son más letales que las metralletas
y por lejos… más románticas.

Me enseñaste que la tinta
es más espesa que la sangre
y que nada entiende de egos, ni linajes.

Espero que allá en lo alto
no te avergüences al mirar
lo que acá abajo ha quedado
y que tal vez, con tu amor y magia
puedas convencer al barba
de que se dé una vuelta de vez en cuando,
y si puede, que nos tire esa mano
que nos viene haciendo tanta falta.

No lloro por vos, ni por los que quedan,
lloro en parte por mí y por los que sueñan
que rompiéndose el alma algún día se llega,
lloro por tu comarca, por tu paisito verde,
por América Latina y los corazones rotos,
por esos también lloro.

Lloro por los cuentos y por los poemas
que ya no tendrán la suerte
de ser paridos por vos,
con todo lo que esto implica.

Lloro porque tu lengua
no mostrará más sus vergüenzas al mundo,
lloro por que ya te extraño
Mario Benedetti, ángel y poeta.

Duelo – Poesía

Cómo pretendés que duerma tranquilo
si al despertar, vos no estarás conmigo
¿no sentís ese vacío?

La soledad que se siente
es una tristeza que me destripa
que me acobarda y me mancilla
que indefenso al suelo me hecha
y con furia me patea
me hiere todo cuanto pueda
de los pies a la cabeza
y en cada herida que me hace
siento el alma desgarrarse

Este adiós que me estás dando
de a poco me va matando
aunque hables con cordura
me parece todo una locura.

Tu mirada en mis ojos
estacas son que me perforan
que a mi corazón destrozan
y de mi sentir se mofan.
No me pidas que no llore,
que me vaya o que no grite
mil puteadas contra nadie,
entendeme, este amor era mi aire

No me ruegues paz,
no me pidas comprensión,
dejame sentirte, dejame estar,
acurrucado al lado tuyo
cerca de tu corazón.

Quiero estar despierto
escucharte respirar
dejá que viva el duelo
sea como sea
que lo viva y que lo sienta.

Dejá que mi alma cautiva
se libere de esta mierda.

Entendelo, tengo miedo,
y por eso lloro a gritos
me odiaría
si en tu último suspiro
no estaría aquí contigo

Abrazame, quedate cerca
así cuando llegue la muerte
juntos, uno en otro, nos encuentre
y que sepa, que nunca nadie jamás
se amo tanto en la historia
como solo yo te amo
como solo vos me amás.

Los feos – Poesía

Entrambos reina un silencio
inseguro y profundo
sienten un hedor inmundo
pues se creen adefesios

Supusieron que podían
ir libres toda la vida
pero en ellos existían
mil y un tipos de brida

Por eso es que así estaban
sospechas en sus miradas
por mentirse, mal actuaban
con sus almas lastimadas.

No aceptaron sus defectos
no abrieron sus sentimientos
todo es causa y efecto
haya o no entendimientos.

Luchador es quién no lucha – Cosa

En la briosa lucha
que en uno se disputa
gana siempre el que no teme.

¿Acaso crees
que tu te perteneces?
Tú no eres de nadie
ni siquiera tuyo eres.

Tu propia vida
silenciosa inocencia
la razón de tu existencia
no es tan solo una quimera
será ésta lo que quieras.

Vibra músculo motor
que derrocas el dolor
mano dura del destino
que a la vida da sentido

Crees tu que entiendes
que respuesta todo tiene
hay preguntas tan macabras
que no basta la palabra.

Despierta ya de tu letargo
de esa tumba que tu cavas
la verdad siempre te tumba
y la esperanza te levanta.

Deja a un lado la lucha
que dentro tuyo se disputa
aunque ganes o aunque pierdas
habrá de ti algo que muera.

Sombras – Poesía

Son sombras
oscuras en la noche
se mueven, se confunden,
se funden a la fantasía
y con nuestros miedos más profundos
silentes se alían.

Nos aterran,
sombras salvajes,
egocéntricas, egoístas,
ergotistas, ergonómicas,
sombras sombrías
uniformes, deformes, multiformes
que se esconden de las luces
y en lo oscuro se demuestran.

Salvajes, siniestras,
sombras del pasado
del presente del inconciente
que se aúnan a la niebla
y al mínimo haz de luz
como si no existiesen
simplemente se desvanecen.

Paciente – Poesía

Esperá al tiempo
pues todo llega
vuela con el tiempo
para mantener aquello
que al tiempo le pedías
y que el tiempo te trajo.

Aprendé a dejar el tiempo atrás
y seguir adelante
cuando te llegue el tiempo de hacerlo.

Todo pasa
aprendé vos también
a pasar como el tiempo
que llega en silencio
se queda un momento
y breve se desvanece
dejando su huella
eternamente.

Esperá,
mantenete,
dejá atrás.

Esta es la fórmula
para entender al tiempo.

Brillantes en el cielo – Poesía

No ha salido el sol todavía
apenas, abrir los ojos puedo,
estoy cansado, tengo sueño,
y una suerte de dislexia
me da vuelta algunas letras,
y sonrío.

Es temprano,
está muy linda la mañana,
las nubes blancas brillan
(en el cielo celeste perfecto)
como brillan en un cetro
las joyas de un reino sin tiempo.

Aún los pájaros modorran,
esperan la luz del alba
para darle al aire el alma,
con sus cantos matutinos
y volar los mil caminos
en la púber madrugada.

El sol renace en el viejo horizonte
acaricia la tierra con sus rayos
ama todo esto que toca.

Desde el viejo horizonte
brillantina y coquetona,
la blanca luna nos saluda.

En la púber madrugada.
la blanca luna nos saluda.
ama todo esto que toca.

Las joyas de un reino sin tiempo
brillantes en el cielo.
Y sonrío…

El arte – Cosa

Sabés lo que es el arte?
El arte es aquello que da brillo
o que opaca, o que es opaco
o que es brillante.

El arte es aquello que se arrastra,
o que se entierra, o que bucea,
o que camina, o que vuela,
o que nada.

El arte es aquello que paraliza
que causa, o que no causa,
que escupe, o que succiona,
o que moviliza.

Pues el arte es aquello que no se ve
y sin embargo siempre salta a la vista
o aquello que se puede ver simplemente
aunque esté escondido realmente.

El arte son tus labios, los míos,
los de otros, mis ojos, tus ojos,
los de otros, mi sentir, mi oír, los tuyos,
los de otros.

El arte está donde quiera,
en la forma de ver,
en la forma de ser,
en la forma de dar,
el arte, siempre está.

Nada hay perdido – Poesía

Cuando la soledad te incinera
y no sentís más que tristeza
y tus lágrimas de sabor agrio
humedecen tus mejillas y labios
y te olvidás de quién eres
y de todo lo que tienes, nada quieres.
No des todo por perdido.

Cuando se presenta ante ti
un abismo que no tiene fin
y volver atrás no puedes
porque fuerzas ya no tienes
y sentís el alma muerta
y cerrada toda puerta.
No des nada por perdido.

Si ninguna luz te guía
y las lágrimas te cegan
no olvides que te cuidan
aquellos que por vos esperan.

Nunca te des por vencido
en mitad de tu camino
no enfrentar lo sucedido
es escapar de tu destino.

Día de rutina – Poesía

Austero despertar
silencioso azul
caótico universo
cielo, nube,
luna y sol.

Ventana cristal
madera virginal
blanco cemento
zapatos negros
corbata beige
ambo bicolor
camisa clara
negro cinturón
calle ruidosa
transporte colectivo
hacinamiento general
oficina gris.

Sentires ordinarios
conversaciones vacuas
campana de almuerzo
pan con pan
hora de regreso
sentires encontrados
conversaciones olvidables
campana de libertad.

Bullicio luminoso
cielo, nube,
estrellas, luna,
vida dadivosa
colectivo imaginario
humanas estampidas
rutina pasajera
hogar, dulce hogar.

La orilla del Mediterráneo – Poesía

Al filo de la montaña
mil y un casas hay colgadas
con el paisaje contrastan
pues con cal están pintadas.

Un azulino mar pequeño
intoxicado por aquellos
que del mundo hicieron esto
por creerse ellos los dueños

En tus playas majestuosas
hicieron obras ostentosas
sin pensar cuan espantosa
es tu agonía silenciosa.

Y ahora andan por el mundo
esparciendo sus abusos
pues su verbo es confuso
y sus hechos son inmundos.

Qué te han hecho mar de héroes
madre y padre de esos seres
que han jugado con tu suerte
lo que eras, ya no eres

Vibra mar Mediterráneo
transforma en polvo a esos cráneos
que de miserias te han llenado
y por codicia te han matado.

Empezar de nuevo – Poesía

No voy a dejar que tires
tu vida por la ventana
comprendo que a donde mires
no hay razón ni esperanza.

Sé y entiendo que hay cosas
que al alma desaniman
la vida no es de color rosa
tal verdad mucho lastima.

Mas no por eso abandones
pues hay que ir hacia delante
lo que importa es que perdones
y aprendas a levantarte

Se ha caído el mundo y todo
en lo que creías que existe,
retirarte no es el modo
de encontrar lo que perdiste.

Al fin ha llegado el tiempo
del que los cobardes huyen,
de renacer es el momento
pues así la vida fluye:

Lo que muere se transforma
si no muere se hace fuerte
por aquello que hoy lloras
de algo bello es simiente.

Borboletas Brancas – Poesía

Son tres mariposas blancas
que volando juntas juegan
dan al pecho esperanza
cuando en el alma, se cuelan.

Está en su naturaleza
libar el néctar de la flor
y llevarlo donde sea
dando al mundo más color.

Dan vida aquello que tocan
y a lo que no tocan, alegran
¡Es su libertad hermosa,
imposible es no quererlas!

Hasta siempre, abu. – Canción

La sonrisa bien parida
la cosquilla en el corazón
en la mirada un guiño
de amor y comprensión
las manos arrugadas
por el tiempo y la labor
en la punta de la lengua
siempre la palabra cierta
compartiendo la experiencia
que la vida te legó
hoy estás vos
para mí en mi corazón.

Aunque no esté tu sonrisa
ni tu abrazo, ni tu miel,
siempre estarás
en mí, siempre estarás.

Pues te llevo en mi recuerdo
en cada paso que doy
y me entrego a ese verbo
al que nunca faltó la razón
con tu maga hiciste un mundo
hermoso y multicolor
lástima que el tiempo
para vos se terminó
y lloraste y te lloré
cuando todo se acabó
pero igual sé
que en mí, por siempre brillarás .

Aunque no esté tu sonrisa
ni tu abrazo, ni tu miel,
siempre estarás
en mí, siempre estarás.

Cómo llegar -- Poesía

Dejá que vuele tu alma
por lugares solariegos
así encontrarás la calma
y en paz dormirá tu ego.

Dejá que a este silencio
no lo invada la palabra
sabe ser cruel el verbo
y la necedad, macabra.

Dejá a un lado lo que crees,
liberate de tal peso,
lograr eso que tu quieres
será el deber primero.

Dejá a un lado la ignorancia
y conocete a vos mismo
si no entendés tu importancia
estará todo perdido.

Dejá de analizar todo,
no todo tiene sentido
ver atrás no es el modo
de llegar a tu destino.

Lo que has hecho es importante,
lo que hacés lo es aún más,
ve siempre hacia delante
pues tu sino está allá.

Prevaricadores -- Poesía

Ya nadie mira para adentro
maravillados con las bellezas de afuera
ya no se maravillan con nuestras bellezas,
de tanto ver la magia que los rodea
se han acostumbrado y a lo propio desprecian.

Causa tristeza verlos fascinados
abandonando lo que tienen por un sueño que es ajeno,
y a sus ojos ciega… y por ciegos y por necios,
a los propios sueños olvidados dejan.

Lo que más duele es la impericia con la que se manejan
pues no es mera curiosidad lo que los lleva
es más bien una oscura y necia ambición
que ha quitado a su corazón esa dulce humildad
que iluminaba su razón y a su alma daba redención.

Embelezados y cautivos, han comprado espejismos
siguen como sigue el burro, de memoria su camino,
embobados y perdidos por eso que tiene el vecino
cuando lo nuestro tiene todo, por algo fue que lo elegimos.

Así aplastan al amor, a las raíces, y al romance
cosas que son importantes y olvidamos al crecer
es que de tanto mirar lo que afuera pasa
dejan caer su propia casa.

Es como el que se desvive por la moda
mas su cuerpo le incomoda
de lo foráneo hace un templo
y a su alma, desaloja.

A la hora de la siesta – Cuento

Tal vez el crujir de las maderas se escuchó más tenebroso, por la hora del día que era. En la solariega tarde nunca nada pasa, y sin embargo, ese crujir estrepitoso lo hizo despertar de la merecida siesta. Vaya a saber uno porque problema en su pasado que dejó su mente enferma, acostumbraba a dormir con un cuchillo bajo el colchón, siempre cerca del borde y al alcance de su mano. Por lo que sin sobresaltarse y con un imperceptible movimiento, tomó el cuchillo y se fue poniendo de pie con el mismo empeño que un gato utiliza para caminar por el filo de un abismo. Hay ruidos que son comunes en las casas, sobre todo en las antiguas o en las que tienen pisos, paredes, techos o escaleras de madera. Pisaba con tal sigilo que su pie al posarse no hacía ni un ruido, sus movimientos eran lentos como los del Tai Chi Chuan, aunque su corazón, estimulado por litros de adrenalina, no dejaba de latir en un galope casi infernal. Todos sus sentidos estaban alerta, el mínimo sonido llegaba a sus oídos y podía determinar casi todo, tal vez como si el miedo resaltará el su sistema auditivo. Al salir de su cuarto no encontró si quiera una sombra, pero un extraño susurro llegaba desde el living justo debajo de él. Sentía que tenía la alternativa de quedarse y luchar por su territorio o huir despavorido y conseguir ayuda profesional, aunque la única salida de la casa se encontraba en planta baja. Podría huir por la ventana, dar un salto felino hacia la rama del abedul que tenía en el jardín trasero y bajar por el tronco del mismo hasta la libertad. Un vaso cayó desde las alturas y estallo en mil distintos pedazos. Se agachó escondiéndose entre la balaustrada de la escalera y una sombra se cruzó de repente por su campo visual. En sus sienes retumbaban los enérgicos latidos de su corazón. Su libre pensar y actuar se encontraban constipados ante las señales de emergencia que su cerebro no paraba de producir. Sus alternativas se redujeron a una cuando por cosa del destino se sintió observado por algo tras él… con un rápido giro de cintura y con el doble filo en su mano extendida cortó en dos al aire que lo asediaba. No podía respirar tranquilo, su acelerado corazón le había quitado el aliento. Posó la espalda en la pared más cercana parapetándose, sintiéndose así contenido. El crujir del primer peldaño de la escalera se hizo sentir y luego del sonido un sórdido silencioso lleno de espeso temor el ambiente. Extendió la mano armada hacia la escalera, en el filo del mismo veía su reflejo, sus ojos temerosos, su expresión de desconcierto, sus labios desdibujados y pálidos, las ojeras azules contrastando con la palidez de su piel sudorosa. Esperó un segundo, trataba de hacer silencio pero su propia respiración sonaba como un estruendoso ventarrón que anuncia el huracán, aunque ésta, quedó entrecortada ante el crujir del segundo escalón. Su pensamiento lógico trataba de mantenerse al pie del cañón en su manejo de situaciones, pero a pesar de su oscuro pasado, nunca había sido él quien se encontraba en esta situación. Arrinconado, aislado, trataba de ser sigiloso y silencioso, esperaba el momento oportuno de saltar frente a su cazador y ver quién, si acosador o presa, sería la cena. El profundo silencio volvió a rodearlo, tan denso estaba el ambiente a su alrededor que movía el cuchillo de manera enfermiza frente a sus ojos para aclarar su visión, mas en el filo, su reflejo le causaba temor e inseguridad en su posible actuar. Con la mente torva, el hacer es peligroso. Cerró los ojos un segundo apretando sus párpados con fuerza, pero el tercer escalón dio su quejido y sus ojos se abrieron sabiendo que el momento, poco a poco se acercaba. El reflejo de una luz que de algún lugar llegaba, por unos instantes cegó sus ojos, los cerró y los volvió a abrir moviendo rápido la hoja brillantina para que esta no interrumpa su visión justo cuando el cuarto escalón crujía bajo la amenaza, invisible hasta ahora, que lentamente se acercaba. Al mover su cuchillo, el reflejo que a sus ojos cegó fue a dar a la pared donde desemboca la escalera, quedó frío al ver que quién subiera, podía sospechar que algo arriba hubiera, y estaría esperando. Quiso gritar y salir corriendo, pero sabía que no era la alternativa con mejores perspectivas. En su mano solo tenía un cuchillo y el otro, el otro quién sabe. Nada hay más oscuro que el miedo humano, puesto que una insulsa pelusa puede llegar a ser el peor de tus amenazas y hasta mismo causar la muerte. respiró profundo sin hacer ruido alguno, se iba llenando de valor y coraje. Repetía para adentro la oración que cuida a los ladrones y a las prostitutas. No buscaba la salvación del otro, si no la suya propia. Escuchó el crujir de otro escalón y supo que tenía que hacer algo, al menos quitar el misterio que lo acobardaba y debía saber quién o qué era eso que lo acechaba. Se acostó en el piso boca abajo, alargando su mano hasta el comienzo de la escalera. Utilizó la hoja de su cuchillo como espejo. Quedó pasmado y sin aliento al verlo, una imagen jamás vista por él se encontraba entre el quinto y cuarto escalón de la escalera. Un ser de grandes proporciones que cambiaba sus formas y contra todo se refregaba como investigando los distintos tipos de texturas que lo rodeaban, notó que la pared blanca a un costado de la escala no llamaba tanto la atención como el marrón de la balaustrada. Estaba silencioso, boquiabierto, sorprendido… Esa cosa no parecía estar armada pero parecía doblarlo en peso y en tamaño, lo vio moverse torpemente pero aunque torpe logró desplazarse otro peldaño más arriba que al estar sobre el, crujió quejándose del peso. Una suerte de ojo se dibujó en el centro de esa masa reflejada en la hoja de su cuchillo, y se elevó con la ligereza de una pluma a más de un metro del piso. La reacción primaria, la necesidad de supervivencia, lo hizo replegar su cuchillo, ponerse de pie en un salto y salir corriendo a su habitación. A pesar que aquella bestia se encontraba a más de seis metros de distancia, al intentar cerrar la puerta tras de sí, una mucosidad dantesca se interpuso entre la puerta y el vano. La masa extraña se movía de abajo hacia arriba haciendo imposible la titánica tarea de cerrarle el paso, por lo que puso toda la fuerza de su peso sobre su espalda y usando la pared enfrentada a la puerta como punto de apoyo, empujaba con el alma tratando de salvar su vida. Mas la bestia que lo perseguía no menguaba en la lucha y parecía que nunca lo haría. Comenzó a tirar cuchillazos hacia la masa que no lo dejaba escapar pero en cada lugar donde la filosa hoja se hundía un líquido verde se purgaba y caía, a los segundos de estar en contacto con el aire, aparecía gelatinizarse y convertirse en un ser pequeñito de aquella bestia que quería entrar. Dejó entonces el cuchillo, en el suelo, ya que dentro de su habitación uno de esos seres gelatinizados luchaba contra una muda sucia de ropa la cual desvaneció en segundos por medio de algo así como un ácido. Cuatro chorros de ese líquido verde se estaban gelatinizando, y dentro de poco, cinco bestias pequeñas, con la misma textura y el mismo salvajismo que la que estaba afuera queriendo entrar, seguramente lo atacarían sin misericordia alguna. Miró la ventana cerrada y la rama del abedul extendiéndose hacia él como ofreciéndole ayuda. Dejó el punto de apoyo de la pared dejando caer los pies al suelo y después saltó sobre los mismos con la agilidad de una rana, cayó sobre la cama mientras la bestia entraba en la habitación dejando una huella carbonizada tras de sí. Se horrorizó al ver a esa masa multiforme abrirse a la mitad como si fueran las fauces de un animal hambriento que se acercaba a él con tal de devorarlo. Un chorro de líquido rosa salió de esas fauces hacia él, pudo esquivarlo por mera casualidad, cayó al piso fuertemente y golpeó su cabeza, una brisa fresca la acarició el rostro miró giró su rostro ensangrentado y vio la ventana derretida, seguramente por acción de ese líquido rosa que la bestia había arrojado sobre él. Se puso de pie y saltó con todas sus fuerzas hacia la rama del abedul teniendo la suerte de caer sobre esta. Comenzó a columpiarse por las ramas, saltando de una en otra alejándose y bajando una considerable cantidad de metros en segundos. Tuvo la necesidad de mirar desde el jardín a su ventana para ver que había ocurrido con su depredador y en vez de tranquilizarse, se le heló el corazón al ver aquella masa saltar hacia el árbol y romperse en mil pedazos sobre las ramas, que por acción del ácido comenzaron a arder en llamas. Los trozos verdes de líquido que caían a su alrededor, eran como gotas de ácido que le quemaban la piel al simple contacto. Las que llegaban al suelo se gelatinizaban y se reagrupaban en torno al grueso tronco esperando que su víctima baje de una vez.
Se encontraba rodeado, por sobre su cabeza la bestia extinta incineraba la copa del abedul que ardía como hoguera, a su alrededor las gotas de ácido le imposibilitaban cualquier escape, bajo él, las criaturitas gelatinizadas comenzaban a quemar todo aquello que tocaban. no había tiempo para pensar en el mejor desenlace para esta persecución, solo quería escapar y con la mente confundida como la tenía no le quedaba otra que confiar en el azar y en su instinto de supervivencia. Se soltó de la rama y cayó entre las verdes criaturitas que al tenerlo cercano saltaron sobre él consumiéndolo en un par de segundos mientras llenaba el barrio donde vivía de espantosos gritos de dolor y sufrimiento. A los cinco días de este suceso, la raza humana fue extinta del planeta tierra.

Ojo a la depre – Poesía

La depresión es una avalancha
que te cae encima
que no te deja levantarte.

Es como una pata de elefante
pisándote el pecho
sacándote el aire.

Aplasta tu esperanza
mancilla tu ego
y abre la caja de Pandora
que todos tenemos dentro.

Por depresión podés morirte
dejarte en algún rincón tirado
sin la fuerza necesaria
para salir de tu letargo

Algunos toman pastillas
otros acuden/ a medicinas alternativas
y otros recurren a la psicología
o en casos más agudos/ a la psiquiatría

Depende de cada quien
el tipo de ayuda que requiere
si solo salir no puedes
buscar ayuda debes.