miércoles, mayo 31, 2006

LXIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Me gusta que reacciones y no calles
porque cuando te yergues reaccionaria
tus ojos se llenan de estrellas
y tus manos con dedos de fuego
/ abrazan
Me gusta cuando no callas
porque a veces tu palabra
es un canto libertario
porque a veces tus labios
silenciosos suaves y blandos
/ abrasan
Me gusta que reacciones y no calles
porque cuando reaccionas no huyes
y te plantas preparada y dispuesta
a librar otra batalla
Me gusta cuando no callas
porque buscas respuestas
porque encuentras preguntas
porque trastabillan tus palabras
en increíbles frases largas
que sin rendirse están de acuerdo
en terminar con la batalla
Me gusta que reacciones y no calles
porque la vida da vueltas por tus venas
cada vez que te yergues reaccionaria
y no huyes
/y no callas.

martes, mayo 30, 2006

LXII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

La poesía no llena los platos con comida
no llena alacenas
no mantiene fría la heladera
no entiende de métricas
y ni siquiera sabe de rimas

la poesía no se guarda en alcancías
no desborda ni asombra
más aún en éstos tiempos
que el que rima es marica
y el que roba es un señor

la poesía se ha usado desde siempre
con fines líbidos y de lucro
afilando las puntas de las flechas de cupido
para acicalar señoritas de formas consonantes
para luego llevarlas a una cama y sobre ellas desalmarse

claro que muchos poetas
leerán esto y levantarán sus lapiceras
escribirán en el cielo con ellas
las mil y un puteadas y quejas
que bucólicamente se les ocurra escribir
pero claro/

poeta consagrado ya no recuerda
que algún primer poema fue escrito para fermosa señorita
a la cual no había manera de convencerla
de que ame desalme y luego en su pecho
plácido y satisfecha se echen a dormir.

lunes, mayo 29, 2006

LI -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Ni mejores ni peores
ni iguales ni distintas
tan sólo así

Ni gustosas ni insípidas
ni colorinches ni incoloras
así tan sólo así

Sin remaches ni perfectas
sin disturbios ni distritos
tan sólo así
sencillas como la vida
es como me gustan a mí.

domingo, mayo 28, 2006

XLXXXVIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Me di cuenta que ya no enumero amaneceres
no ordeno atardeceres por sus colores
no disgrego por órdenes / no grito en vano
ni peleo contra muertos o fantasmas

Me di cuenta que yo también escupo al cielo
que la soledad y la cobardía son amigas
y aunque el tiempo pasa nadie me cambia la idea
que las religiones son fronteras

Me di cuenta que de la comodidad a la vagancia
hay algo menos que un paso
pero a la inversa sin embargo
de una a otra hay un gran salto

Y mirá qué fiaca que da darlo.
Me di cuenta que los traspiés y los tropiezos
no son realmente contratiempos
si no más bien un buen ejemplo

Me di cuenta que la bondad y la maldad
existen sin querer / una gracias a la otra
y ninguna a la otra se lo agradece

me di cuenta que el silencio
es algo más que un tesoro
pero algo menos que un recuerdo.

sábado, mayo 27, 2006

XXVII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Cuantas veces uno quiso
que el amanecer lo sorprenda con las respuestas
que uno le hizo a la noche sin poder dormir
que llegue tibio con besos y abrazos
que amanezca libre de problemas cotidianos

Cuantas veces uno quiso
que todas esas cosas que van de una buena vez vuelvan
abrir la puerta y encontrar un arrullo
y en tan sólo un susurro todo parezca
haber vuelto a la normalidad

Cuantas veces por querer
uno olvida hacer.

viernes, mayo 26, 2006

Ultima Oportunidad -- Cuento

ULTIMA OPORTUNIDAD
Estimad...
Apelo principalmente a su curiosidad en son de buscar un poco de comunicación, más en estas funestas épocas que la comunicación se hace más fácil por televisión que tet a tet, cara a cara, face to face, o como usted prefiera o elija. Usted ha sido elegid por la mano que nos conduce. No sé su sexo (verá que hay veces que faltan vocales que se lo determinarían), su edad, su nombre... es más, ni siquiera sé si ésta carta me será devuelta cosa para mí harto riesgosa, ya que si ésta carta vuelve, mi vida se irá o mejor dicho se la llevarán otra vez más.
Mi viaje había comenzado, como bien usted ignora, por la costa francesa del sur, la costa azul, el Mediterráneo (sabe que descubrí porque se llama así recién a los treinta y tres años), era todo más fácil en aquellas épocas, con mi título recién sacadito del horno institucional de la universidad especializada en viaje por el mundo sin meterse en bretes que lo aprieten, así iba yo sonriente comiendo olivas de los aceitunos a los costados de la senda; mi título aseguraba el bienestar de mi futuro resguardado en mi bolsillo trasero doblado en cuatro o seis partes, usted bien sabe que una carrera con título universitario es asegurarse la buena vida más adelante, pero quién piensa en más adelante cuando se cree en la vanguardia?, nadie, usted lo ha pensado y leído bien, nadie piensa en adelante cuando se cree en la vanguardia. Yo era joven inconsciente, tenía una vana felicidad de bolsillo que la llevaba a cuánto lugar fuere, sonreía grande, limpio y blanco con todos mis dientes, con toda mi boca. El viento marcaba mi rumbo, siempre y cuando yo estuviere de acuerdo con el destino, en dos palabras era libre. Desearía que esa dirección que adosé en el sobre realmente exista y que usted peque de curiosidad y a buena gana me conteste o sino estaré muerto otra vez y para siempre antes de lo que cualquiera imagina. Hasta yo mismo.
Hasta a mí mismo me cuesta trabajo darme cuenta que es lo que estoy haciendo aquí, ni siquiera en un principio había venido a pavear, mi Dr. de aquella época me había recomendado un viajecito como para calmar un poco a mi psiquis que parecía encontrarse, según él, mi Dr., en el mismo centro de la cuerda floja, no tanto a lo largo como a lo ancho, pero así de loco estaba, claro que estar acá me hizo mucho mejor, qué delicia! usted no imagina las aceitunas recién sacaditas del olivo a orillas de un mar mediterráneo, qué delicia! Usted no imagina... y ahora que mi vida corre la suerte del azar, me juego el partido en una sola carta, ojalá esa dirección, exista y usted sea curios.
Claro que también existe la posibilidad que exista la dirección y usted no sea curios, pero prefiero creer que a los necesitados también nos llegan y nos llevan los curiosos, dicen allí por sus tierra que alguna vez fueran mías que a cada chancho le llega su San Martín y espero que así sea con éste puerco que soy yo.
Ruego me disculpe pero acabo de darme cuenta que en mi necesidad de alguien que me entienda, no he explicado aún mi situación que se ha deformado de una forma que dios me libre y si mejor fuera que usted me libre.
La curiosidad y la carne no son nada a comparación del pecho, usted dirá pero al gato la curiosidad lo mata, usted dirá por la carne el carnívoro mata, pero el pecho... dentro del pecho se encuentra el destino de cada quién, persona mía. Fue cerca de Eslovaquia donde sin aceitunas el viento sopló hacia un lado y yo le seguí contra la voluntad de mi pecho, usted tendría que haber estado allí, yo ya estaba un poco más alejado de las aromas del mediterráneo ahora aspiraba el viento semi montañoso, que soplaba frío y estéril llevándome, trayéndome, caminando por paisajes secamente hermosos hechos por el pincel más suave del apocalipsis, qué delicia, qué paisajes, el sol se ponía y la noche se oponía, las nubes regaban nieve en las altura y a veces llegaba hasta los valles, hasta las costas y más tarde esas nieves llegarían a mí en forma de aroma de mujer, y usted dirá; pero qué aroma de mujer llega frío como la nieve? y yo le contesto, pues el aroma de mujer que trae el viento. Y como cantaba alguien alguna vez, contra viento y marea seguí el aroma, mi pecho latía gracias a la altitud, a la falta de oxígeno, a la emoción de encontrar en ese aroma, ese dulce aroma, a toda esa mujer que se hacia imagen en mis tiempos, en mis sueños, esa mujer que se hacía carne en cuanto mis ojos se cerraban y por desgracia mi pecho, esa cosa terrible se estremecía y temblaba feliz de la vida sintiéndola. Le juro que era como aquellas aceitunas, era ese mismo tipo de placer silencioso y traído de los pelos, casi un placer onanístico y unipersonal. Así recorrí varios kilómetros y a pesar que el viento me exigía otra dirección le hacía caso omiso, ya que mi pecho comprometido con la aroma y todos sus significantes, no desistía en la búsqueda de esa mujer que se había transformado en una dulce obsesión cuasi pasional.
Tres días con sus noches pasaron y yo montaña arriba me unía más y más a mi piel y a mis pensamientos, avanzaba, en dura y ardua tarea, avanzaba regido por mi nariz rogando que el viento no cambie... pero a la cuarta mañana, el destino fue trágico como siempre lo fue conmigo e hizo que el viento virase su rumbo por completo, qué desconsuelo tan grande, sentía esa desazón en el alma que es la peor de las desazones, sentía la pesadez en las piernas y los pies, rígidos como cubos de hielo seco, pensé que me congelaría y me moriría allí en ese instante, el sueño se había apoderado de mí, el cansancio era tremendo, recién ahí yo me había dado cuenta que en esos tres días y tres noches protegido por ese aroma, nada había dormido ni siquiera, un poquitín así.
Allí en ese risco después de gritar morí, sabe usted, allí morí. Recuerdo haber gritado algo, pero no recuerdo qué, recuerdo ver la parca acercarse con su vestido negro cubriéndole la cara y un palo largo en la mano ocultando su arma para chak! cortar con esto y pasar a otra historia. No recuerdo su rostro, cuando llegó a mi lado sacó su capucha y me besó, y bebí de su ardiente sangre, recuerdo haber muerto entre sus brazos y allí mismo renacer cuando me susurró sus últimas palabras a mi oído congelado, recuerdo que sonriendo morí. Debe ayudarme, si es que su dirección existe, si es que su curiosidad es fuerte y lee éstas líneas, debe ayudarme, verá que yo no tengo familiares, era huérfano de familia, sin padres que me quisieran adoptar por mi extraña situación mental, que a veces es un tanto heterogénea o volátil o que sé yo, siempre pensé que todos los nosotros estábamos locos pero cada cual a su manera.
Así fue entonces cómo morí en sus brazos, recuerdo que había una luz frente a mis ojos y que mi cuerpo frío ya no jodía, recuerdo que ese aroma me rodeaba y una paz absoluta me abrasaba dulcemente como veía en las plazas madres e hijos abrazarse...
Usted alguna vez debería probar las aceitunas del Mediterráneo, descubrirá que son harto sabrosas y que su carne vegetal verde como la esperanza o negras como el olvido, dan esas ansias de morir empachado. Desperté tarde, era de noche y las estrellas se asomaban dejando un cielo casi blanco brillante titilando como en la espera de mi alma, que pareció haberse arraigado a mi cuerpo y una mujer preparaba algo con olor a brosht en la salamandra alimentada por leños ardiendo que carraspeaban y explotaban a medida que el fuego se les acercaba al corazón y de sus cuerpos no quedaba más que blancas cenizas, quise moverme, sentarme, por dios que quise hacerlo, pero entumecido del pulgar del pie hasta la coronilla, que joder! ni un músculo respondía a las órdenes de un cerebro de neuronas congeladas calentando sus manitos en algún pensamiento pecaminoso. Claro que a pesar de haber muerto, disculpe esta breve confusión pero no puedo explicarlo de otra forma, yo no había muerto, claro que la parca que había visto en mis delirios era esa mujer que hacía brosht en la salamandra, apenas estaba vestida con un suave vestido que caía como la nieve allí afuera, moví mis labios y unos susurros escaparon, unos susurros que ni dios los hubiese comprendido, ella se acercó en silencio, y me acarició, no sabe usted con que dulzura esa mujer posó sus manos sobre mi cuerpo y me acarició, lloré como un niño, pero lloré sin lágrimas, gemí de dolor pero sin fuerzas, grité en silencio y transformé mi alma en un abrazo que no pudo hacerse carne, ella me miró con los ojos llenos de luz y allí perdí completamente la razón y al sentir ese aroma proviniendo de su piel... la amé como sólo se ama esa vez en la vida.
Ella hablaba un tosco eslovaco, o griego, o algunos de esos idiomas que hay que saberlos para entenderlos, que son tan difíciles y cerrados que ni siquiera la sospecha de algunos otros idiomas hacen a la comprensión mínima de lo que se está hablando, se puso de pie y en un bol de cerámica sirvió una gran cucharada de brosht, tomó una cuchara se sentó a mi lado y de a poco me iba dando de comer, dejando que la comida entre en mi boca, dándome tiempo para masticar como rumiante, y tragar. Me dio vino o algo así por el estilo, realmente no podía saborear bien los gustos ni los disgustos, pero recordaba las aceitunas e imaginaba comerlas, como ahora, que en cuanto atrapo algún insecto lo devoro con harto placer pensando en olivos y montañas y Mediterráneos.
Qué desdichado soy! Cómo me gustaría, si es que su dirección existe, no haberle metido en éste brete, pese a mis estudios, yo estoy metido en una que ni le cuento, o sí le cuento pero... mejor sería haberle prestado atención a algunos profesores; creo que estoy enloqueciendo más, ahora hasta me lamento no haber prestado atención en algunas clases, fíjese mi desdicha; le juro por lo que más yo quiero que es mi libertad, que si yo tuviese a alguien a quien recurrir, en usted ni siquiera hubiere pensado, pero no tengo a nadie porque nunca nadie me tuvo; no sabe lo difícil que es.
Ella me dio una paulatina mejora y hasta amor, sin saberlo me dio algo que nunca antes había tenido, amor. Me alimentaba, tres o cuatro veces por día, obviamente que apenas junté fuerzas yo cortaba leños e iba de caza, ella me había enseñado a cultivar algunas cosas y a pesar de hablar casi todo el día y reírnos a lo pavote, ni yo ni ella teníamos la mínima idea de lo que el otro estaba hablando, imaginé una vez que me hablaba de su infancia, porque abrazaba una muñeca y a veces reía, otras apenas lloraba, otras se quedaba viendo algún rincón, y callada y luego volvía a hablar y reír o llorar, como ríen los que recuerdan, como lloran los que recuerdan. Yo le había contado también muchas historias de correccionales y problemas legales que había tenido por ser un marginado, de las cantidades de veces que me habían violado, golpeado, torturado, tanto de un lado de la ley como del otro, le hablé de los robos y hasta le confesé un par de asesinatos, y sin embargo ella, me seguía amando, claro porque no le entendía ni jota, dirá usted con escepticismo y del otro lado, pero no, ella me amaba porque mi pasado no le importaba, sino más bien, a ella le importaba yo y a ahora, que era cuando estábamos juntos. Ja! linda publicidad me hago pidiendo ayuda diciéndole que he matado gente, robado y violado, pero sepa usted que ni la peor de las bestias y las injurias merecen el sufrimiento que sufre mi cuerpo y mi alma ahora, yo nací en injusticia y pude contra todo ser una persona legal, maté, claro que maté y más de una vez, pero casi todas fueron en defensa propia y las que no le juro que fueron por el bien de muchas otras personas que pudieron ser felices, robé para comer, como las empresas cobran por energía, como el dueño cobra porque otro ocupe ese lugar para vivir, como la religión, robé para comer, hasta que conseguí un empleo y nunca más robé a excepción de esas fantásticas aceitunas al costado de los caminos. No se deje engañar por mi pasado, pasados son pasados y todos nos hemos equivocado.
En fin, ella y yo casi nos entendíamos, por lo menos nos llamábamos toscamente por nuestros nombres, ella me decía Orje metiendo la e para adentro, acallándola casi, yo la llamaba Drusteva, así como suena. Hablábamos y seguíamos hablando, ya utilizábamos menos señas y hacíamos el amor cada vez que teníamos ganas y siempre siempre siempre era lindo, hermoso es más, ella decía algo que debería significar que me amaba y yo le decía que también y nos besábamos mucho. No puedo explicar que bien, que lindo, que feliz era todo, todo concurría en una perfecta armonía, una noche la recuerdo con su cabello marrón bañando su dulce perfil derecho y su hombro desnudo, con las puntas del cabello acariciando el endurecido pezón de un pecho justo y dulce como una pera, yo , como de la nada me puse a contarle mi viaje y como el aroma de ella me había atraído hasta la cima de esa montaña y después que el viento cambiara de dirección por completo, como ya le mencioné, caí tumbado al suelo casi muerto, esa historia le conté, viera usted que sonrisa se dibujó en sus labios mientras con su índice tocó mi nariz, sí!, con la suave uña de su índice tocó la punta de mi nariz, suavemente se señaló el pecho, y mientras hablaba lloraba felizmente moviendo los brazos como el viento y llegando con sus manos a su nariz para señalarme y besarme con un beso puro y jugoso. Espero que entienda lo que yo quise entender que para mí era lo obvio, nos besamos, repletos en alma y cuerpo, nos besamos con cada centímetro de nuestra vida y sonreíamos. Sólo faltaban las aceitunas, pero prometí que algún día las comería conmigo en algún ocaso del Mediterráneo. Todo era perfecto, como desearía que mi vida no dependiera ni de su dirección, ni del azar, ni de la curiosidad, como desearía haberle hecho caso a viento, como desearía haber omitido los designios de mi pecho que exigía seguir el aroma y encontrar la felicidad absoluta. Pero todo tiene un fin, y de los lamentos nada en concreto sale, unos hombres entraron en la casa de la montaña, en su casa, entraron con armas a ritmo de los disparos que asestaban uno a uno en los dulces pechos de ella que sangraban de amor y otras cosas.
Todavía no entiendo porque la mataron ni porque estoy encerrado en un pequeño cubo, trate de contactar gente de la embajada pero las cosa afuera del país funcionan como adentro y pese a mis gritos, a mi llanto, y a la poca cordura que me queda, al no tener a nadie, al no tener nada, nadie que reclame, nada que sea de peso, me omiten y por lo poco que entiendo, los disparos que escucho desde éste cubo sin ventanas todas las noches, son sacrificios de condenas de desamparados; por ahora mi único contacto con el mundo exterior era la comida que me dejaban en algún tiempo del día o de la noche, en la oscuridad toda noción es ridícula e irreal. Juro que ésta vez yo no fuí y he perdido muchas cosas sin siquiera saber por qué, necesito la ayuda, no quisiera morir acá, si usted, peca de curiosidad y el azar y usted me ayudan, vayamos juntos a comer aceitunas a orillas del mediterráneo.

jueves, mayo 25, 2006

LXI -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

No fue en alguna primavera que mis versos más pintorescos florecieron
tampoco en una otoñal mañana mientras el árbol se desnudaba
que mis versos más lúgubres se marchitaron

Ni siquiera en mis más calientes veranos
se llegaron a derretir las frías letras
que se congelaron antes que llegue el invierno
para peor no era época de terremotos
cuando mis construcciones semánticas se derruyeron
como un castillo de naipes sobre una mesa
/ bajo un ventilador

No era tiempo de guerra cuando me replegué en mi mismo
combatiendo contra mi yo enemigo / el peor de todos ellos
no era época de armisticio en aquel tiempo en que rodilla al suelo
mirando tus ojos que son mi cielo / depuse mis armas frente a tus dos hermosos pies
no era época de redención cuando vos y yo aceptamos la culpa y el perdón
no eran épocas de silencio y callé no eran épocas de gritos y grité
pero entendés que nunca entendí al tiempo ni a sus climas ni a sus exigencias
ni a sus enigmas ni a sus carencias y lo entendiste en aquel tiempo
en que amar era un sueño irrealizable y lo soñé y te soñé
y aunque no eran épocas de eternos sentís y sabés que por siempre
/ te amaré.

miércoles, mayo 24, 2006

LII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Si pudiese hablar del silencio
con la locuacidad del loco
con la certeza del sordo
o la inteligencia del mudo
lo disfrutaría callado
sin hablar sobre él quebrándolo
como si éste fuera
una utopía de otoño.

lunes, mayo 22, 2006

XXXVII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

yo
Soy el hombre perfecto para vos
Porque juntás todas las imperfecciones
que te hacen ser
entonces sos toda \ una
y toda una sos imperfección
que sos todo una \ conmigo
y \ con vos.

En tanto
vos
Sos la mujer perfecta para mí
porque junto todas las imperfecciones
que me hacen ser
y entonces soy todo \ uno
y todo uno soy imperfección
que soy todo uno \con vos
y \ conmigo.
verás entonces cuál es el motivo por el cual escribo
que vos para mi y yo para vos \ somos perfectos
ya que ni siquiera en éste simple esto podemos entendernos
siempre mejor algo imperfecto para lo perfecto
como todo buen paraíso debe tener para ser/ en algún lugar
un fruto prohibido.

domingo, mayo 21, 2006

Amor Eterno -- Cuento

AMOR ETERNO
Ernesto y María se habían conocido hace una semana, de casualidad, ahora se encontraban en un bar escondiéndose tras miradas que raras veces se cruzaban. María hablaba de su vida como en todas las primeras citas, él, mientras ella hablaba, en una servilleta usada escribió:"...hay para ciertas cosas que sabés que no sirvo. Una de las que no sabes; es justamente ésta.

sábado, mayo 20, 2006

Lata -- Cuento

LATA
Aquel está de gris, usa corbata italiana de seda y un zapato en cada pie... por suerte. Antes de llegar a su cashba pasó por el mercado de menudencias y compró una lata, habló y alabó al despensero y aún más a su hija, no a la de él, Aquel no tenía hijas; ni hijos, ni mujer, ni amante. Aquel compraba sólo latas y más latas, siempre del primero al cinco de cada mes... y no era que compraba esas latas que uno no ve a menudo, esas latas a Aquel le desagradaban. Una vez un despensero de otra tienda le ofreció, a raíz de una conversación latosa en la que habían incurrido, una lata de Cajares marroquíes de las que se habían fabricado algo menos de cien mil, Aquel se la tiró por la cabeza diciéndole que se la metiera en un lugar donde la luz falte y la humedad sea suficiente.
Aquel compraba latas de cerveza, de tomate, de arvejas, porotos, galletitas, papas fritas, y todo ese tipo de cosas que por separado no tienen tanta importancia como todas juntas en guiso.
Al llegar Aquel a su casa abrió una de las alacenas y una pared de latas se ocultaba tras la puerta, sonrió viéndolas, pensó: cuatro mil ciento noventa y tres. Se aproximó a la mesa del comedor donde y sobre ella, había dejado su portafolio con la nueva lata dentro. Abrió con poco cuidado aquel enfermo maletín que lo obligaba a irse a trabajar día tras día, un mar desesperado de papeles, biromes y boludeces salían de adentro hacia afuera y algunas puteadas de Aquel escapaban por lo bajo y por lo alto, y las otras, las que no escapaban, salían enverdecidas de ira como para cagarse bien a trompada limpia contra el primero que apareciese delante de Aquel.
-Dónde carajo está mi lata!- gritó en histeria tomando su cabeza iracunda, irritado, pataleaba al suelo que no tenía la culpa de nada e igual ligaba flor de zurra.
Aquel salió corriendo hacia el pasado acordándose de la placita donde siempre se detiene para pisar una a una todas las baldosas de los caminos internos, las intrarúas de la plaza, después de pisar cada baldosa de cada intrarúa, se aparecía y desaparecía de las ligustrinas y los oleums, subía a los troncos de palo borracho y bajaba al rato. El porque de la plaza... porque la plaza le encantaba, le hacía recordar cuando niño y la placita de su pueblo donde por primera vez tuvo novia, consiguió trabajo, aprendió sobre la vida más que en la facultad, que en un café. Por eso ahora daba vueltas enderredor de la placita redonda farfullando en voz baja: ..."Lata, lata, lata, lata, lata...”
Y pateaba piedritas y daba vueltas por en y a toda la plaza, buscaba, llegó la sed quien le hizo ya no hablar y sólo buscar, no había más en su mirada que la búsqueda del objetivo, los ojos abiertos con mirada hueca querían enjuagar con lágrimas la sangre que los invadía a modo de telaraña.
Aquel daba vueltas y la noche llegó. Este comenzó a buscar detrás de Aquel que buscaba sin pensar que Aquel hubo olvidado recordar que su fin de estar buscando era encontrar, encontrar la lata. Sabía que algo aparecería y le diría soy yo aquello que buscas... Este que había llegado hace un rato lo seguía en silencio, detrás de Aquel que buscaba y pateaba piedritas y miraba y buscaba y buscaba y miraba.
Llegó El y los vio, los vio como cazaban con sus ojos, como furtivos buscaban, con qué pasión buscaban algo para no encontrar, El se sumó a Este y a su vez a Aquel que creía que lo que se empieza se termina, sea cuando sea, termine donde termine, no importan las consecuencias, aunque y claro, la obsesión hace de uno un cabeza dura... en sí, Aquel que olvida su principal objetivo, en vano recorre el camino corrido.
Otro llegó en tanto avanzaba la noche sobre un cielo que de a poco iba aclarando sus dudas, y llegaban más de ellos, de los nuestros, de éstos, de esos, y otros aquellos que se iban sumando a Aquel que buscaba. Claro que ni ellos, ni estos, ni otros, ni todos, ni nadie, sabía realmente qué era lo que Aquel no encontraba, cada quien algo encontraba, pero lo de Aquel parecía ser mejor que cualquier cosa encontrada, por algo era que seguían y seguían dando vueltas. Necesitaban encontrar que encontraba, para ser... tenían su hueco, el hueco grande del alma que no deja confiar ni creer... fe le llaman algunos, la guita que siempre falta pensaron ellos, el amor que buscaban nosotros y las ilusiones para estos... unos y otros arriesgados se buscaban en sí mismos y vosotros que buscaban utopías, dioses y libertades de papel celofán; mientras claro, que Aquel seguía con su menester tal vez sin darse cuenta de nada de lo que tras suyo pasaba, dando vueltas en caravana dirigiéndola, y la caravana se hacía más populosa por lo tanto extensa, crecía homogénea, se hacía masa. Cada vez eran más y más que buscaban detrás de cada baldosa, detrás de cada ligustro, sobre cada hamaca que adormece sueños, sobre cada tobogán levantándolos al cielo y rompiéndoles el culo al llegar al suelo, la tierra duele cuando uno se topa contra ella.
Los hombres seguían dando vueltas y vueltas por la plaza, diez mil quinientas siete almas buscando todo, daban las vueltas como espiral sin centro, girando como rueda que no ruda, solo idónea, no revienta, con ruedas de luces con explosiones, con camiones que se sumaban a la búsqueda de lo no encontrado ni ahora ni ayer ni jamás... hay cosas que no deben ser encontradas porque jamás debieron de existir, ni poseer dueño, ni propietario, no... como lata esa de Aquel que estaba perdida para Este y por ende para el resto también, pero no por que tuviere que estarlo, sino simplemente porque la lata era su excusa, aquella excusa de mostrar sus obsesiones al mundo pero en forma de colección natural, como mariposas colgando y pinches en sus alas que ya no vuelan por estar engrilladas, volaban silenciosas ciento cincuenta y nueve un mil dos esperanzas, trescientos camiones, quinientos autos, ciento dos taxis, una moto, tres sillas de ruedas y una gallina clueca; todos, giraban la plaza, todos buscaban eso, eso que haría de las utopías realidades, de los silencios haría cantos, de las lágrimas risa, del dolor haría dios... así buscando y buscando, jamás nadie nunca encontró nada. Claro que después de cinco años y tres millones más de gentes, la plaza fue declarada como la plaza de los pasos sin sentido, por los en derredores... puestos de choripanes, de panchos y algunos bares se comenzaron a levantar en letárgico parto, gente de todo el mundo se aproximó a la plaza a observar el fenómeno de tantas personas dando vueltas mirando el piso demostrando la búsqueda insólita, paupérrima e infructuosa del ser humano, que en sí busca esas latas que el mismo idealiza, las ubica en la realidad desde la fantasía, y busca que te busca utopías como Aquel que, por culpa de la obsesión, olvidó que su objetivo era tener la lata en su colección, que realmente lo importante no era buscar y encontrar esa lata sino simplemente ser... sea disfrutar de su manía coleccionista recolectada, pero porfiado el humano, por fíado se deja, y casi nunca cumple sus sueños y menos aún se realiza.
Aquel murió el año pasado de una pulmonía, y de los millones de personas que daban vueltas alrededor de la plaza quedan hoy muy pocos, de millones que supimos quedan solos cientos de miles... pero los que quedan siguen buscando algo que encontrar. Obviamente algunos con encontrar tonteras o banalidades se conforman y se van lo más campante, claro que también están los otros que pareciere ser que el paso del tiempo les encareció las no necesidades, y buscar es menester y menester es necesidad y necesidad es buscar. Aquel murió buscando sin encontrar esa lata que jamás fue suya ya que el almacenero, al vendérsela olvidó el ponerla junto a las otras cosas que Aquel había adquirido en aquella tarde de hace tantos años atrás. Aquel nunca lo supo y el almacenero sí, pero para qué decirle, cómo quitarle el único objetivo a alguien que estaba destinado a buscar.

viernes, mayo 19, 2006

Despertar -- Momentos

Es tan lindo escuchar su voz por la mañana
es como si el cielo oscuro se llenase de rayos de sol
y que la esperanza remolona, tapada por una hoja del primer rocio matutino,
se limpiara los ojos de lagañas y sueños mientras sonríe la llegada de un nuevo día.
Es tan lindo escuchar su voz por la mañana que toda esa lluvia que cae alla afuera
es como si fuera un beso que dios nos da en silencio y complicente
en el medio de la frente, aunque sea pleno dia.

jueves, mayo 18, 2006

Quimeras -- Momentos

Encontrar tu lugar en el mundo, ese que te hace verte a vos mismo en cada piedra, en cada pedazo de cielo, en cada rabo de nube. Donde el río que corre es la vida que fluye, la montaña la esperanza y el horizonte el destino hacia el que vas, con las manos atentas y menesterosas, con el corazón latiendo potente y sin vergüenza, donde el alma encuentre su reposo y su respiro.
Encontrar tu lugar en el mundo, por más que sea pequeñito pequeñito, y quepa solo en el hueco de la palma de tu mano.

miércoles, mayo 17, 2006

Sabor de mujer -- Momentos

Mmmmmm que rica que sos, sos tan rica tan rica, que los pájaros al tenerte cerca se ponen a cantar en sus árboles y saltan de rama en rama tratando de pispiarte el escote, mientras los árboles cómplices y coquetones mueven sus ramas tratando de alcanzarte con sus hojas y acariciarte. Algunas hojas del esfuerzo no más, pierden su color verde y se ponen marrones y se arrojan de las ramas para tal vez, y con suerte, caer por tu pelo, por tu espalda, por el pecho o sea donde sea que caigan. Las que no caen encima, caen cerca para olerte y las que no, se echan más adelante para sentir la leve presión de tu pie sobre ellas, masajeándolas suavemente. Sos tan linda tan linda, que la vida se viste de puta y se va de joda, cada vez que en tus ojos un brillo nace, una sonrisa aparece o un beso sin porques, escapa.

martes, mayo 16, 2006

http://www.fotolog.com/rochu_/?photo_id=12606757

La verdad es que una imagen puede dejarnos sin habla, y a la vez, maravillados de la cantidad de magias con las que al espíritu llena. Como en tus ojos donde brilla apenas, una mezcla extraña de inocencia y fiereza. Tal vez es por el silencio que uno se interna en el pensamiento y el deseo lo lleva a sorber de a poco cada palmo de tu cuerpo que parece una caricia concuspicente.Tal vez sea por tu boca inquieta, agarrada apenas de las cosas que pasaron, y ansiosos los dientes se muerden los labios deseando el futuro posible que se puede construir en tus pechos y en tu vientre. Tal vez sea solo tus formas y maneras, que sin saber por qué siquiera, incitas a la canción y sonrojás al atardecer mientras te escondés de él, tras la sombra cómplice y caprichosa de la cortina americana.

lunes, mayo 15, 2006

XXVIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

He pretendido de hace tiempo
una línea que divida
en perfecta simetría
el bien el mal y las causas que lo causan

He jugado a capitán y marinero
dando vuelta la mundo entero
en la justa popa de una cáscara de nuez

He visto la tormenta desatarse en un solo único trueno
y que sus zapatos desatados nos pateen y encontremos
muchos muertos a la vez

He visto a la clemencia torturar
mientras la piedad se cagaba de la risa

He dudado escuchando al futuro
hablando del pasado en un susurro

He reído del cuerdo cuando me señaló de loco

He llorado mucho \mucho menos de lo necesario
he gritado y he peleado sin desesperar
sabiendo aún que todavía queda mucho por pelear.

domingo, mayo 14, 2006

XLXXX -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Las estaciones de tren son un mundo distinto
Uno se siente como yéndose de vacaciones
el sol tiñe resaltando los colores que siempre
\ opacos y blancos \ las orlan en una rara miscelánea
de enérgica alegre tristeza.

Tal vez ésta magia estacionaria es acarreada y traída
por cada tren que pasajero cantando pasa su melodía
aunque bien cada andén de cada tren es también un mundo distinto
\ distintos entre sí en su mayoría \ pero con ese algo en común
que simplemente se respira.

sábado, mayo 13, 2006

XLXXXI -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Ese auto azul guarda a una persona
que esconde un pensamiento
que podría ser bueno
pero si esa persona estuviese pensando algo bueno
por qué esconde su pensamiento?
por qué el auto la guarda?
entonces se declara que esa persona pensante
es peligrosa y porta ideas malvadas
y que el auto / en consecuencia / es bueno
por mantener a esa persona guardada
entonces a esa persona la encarcelan
y la torturan y la secan y la matan
y del auto azul hacen una gran estatua
y en medio de una plaza con veintiún cañonazos
\ lo inmortalizan.
y luego nadie recuerda al muerto
ni a sus amigos ni a su familia
y en la estatua / las palomas
cagan cogen y anidan
y a nadie nadie le importa más nada de nada
y si no creen pueden observarlo
con su más simple mirada
en cualquiera de las plazas
/ latinoamericanas.

viernes, mayo 12, 2006

XLXXV -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Ahora es cuando tus ojos callan
cuando notas en lo oscuro
que mi silencio profundo
es algo más que un silencio
entonces tus ojos gritan
al ver mi cuerpo ileso
desparramado por la colcha
inerte \ tal vez muerto.
entonces tus ojos se iluminan
al verme sonreír
divirtiéndome entre sueños
y me besas silenciosa
y te volvés a quedar dormida
como si nada en tu mirada hubiese pasado.

jueves, mayo 11, 2006

XLXXIV -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

De a poco voy entendiendo
algunos de los nuestros por ahora
frente a los ojos tenemos
abismos impensables y murallas sensaciones
que no nos conducen a nada.
Estamos mezclados en un absoluto irresoluto
absuelto de dimes y diretes
condenado a su suerte
por nuestras formas y pareceres.
Con la venenosa verdad en la punta de la lengua
nos convidamos la muerte a cada beso
en cada palabra.
Fijándonos inseguros en los ayeres discontinuos
que llegaron como siempre
golpeando la puerta del frente
presentándose sonrientes como entonces.
Y así por ahora estamos
entre abismos y murallas encerrados
sin entender algo de nada
con ilusiones pendientes
y en algún lugar perdida
la esperanza que descansa.
Rellenos de expectativas
por ahora así estamos.

miércoles, mayo 10, 2006

Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

El día se despierta lleno de perezas
pareciera que el amanecer hoy no despierta
se continúan los sonidos que hasta anoche
eran grillos y ranas cantando en la oscuridad

bajo las estrellas la pradera parecía dormida
y los caballos estatuas de bronces parados sobre solo tres patas
y que las vacas nunca duermen y que los patos
como si nada pasara coletean y se sacuden el agua estancada de encima

El día no llegara al mediodía, se huele en el aire
se siente en todos lados la imperfección de lo que nunca fue distinto
no hay narices curiosonas asomadas por los vanos de las puertas
a nadie le interesa lo que pasa mas alla de su nariz.

Es indudable, el día se despertó lleno de perezas
o las agujas del reloj se encapricharon otra vez en quedarse paradas en cualquier sitio
sin tener siquiera el recato y la buena educación de avisarnos
que otra vez al reloj, se le ha acabado la pila.

martes, mayo 09, 2006

XXI -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Dijo también antes de morir:

Bestias salvajes del inconsciente
que azotan mis deshoras de descanso
que juegan harto felices hasta agotar al alma
o que logran al fin que la mente
en mil pedazos reviente
conozco a cada una de ustedes
son la fatiga el desamor la desesperanza
la mentira el falso recuerdo
la sonrisa flácida y el músculo débil
Bestias salvajes del inconsciente
moriré otra vez ésta noche como cada noche
combatiéndoles...

y al fin cerró sus ojos.

lunes, mayo 08, 2006

XX -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Hubo un tiempo que el viento sopló
y nos diezmó a todos en mil pedazos
nos dejó solos y entonces nos hicimos fuertes
nos arrastró hasta al hartazgo
y algunos volvimos
y algunos volvemos

Hubo un tiempo en que el viento silbó
y aprendimos con él a cantar y a bailar
y conocimos el cansancio y como vencerlo día tras día

Hubo un tiempo que el viento fue brisa
y aprendimos a amar a fuerza de caricias

Hubo un tiempo que el viento fue vendaval
y construimos muros con paredes y ventanas
que más tarde se hicieron fronteras

Hubo un tiempo que nos cansamos del viento
y lo deshicimos a fuerza de armas químicas
dióxidos monóxidos y a razón de olvidos
lo dejamos en el más triste de los exilios
ahora el tiempo es otro
y el viento casi no sopla.

domingo, mayo 07, 2006

XLX -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Si es una cuestión de elecciones
elijo entonces tu sonrisa
porque sonríe sonriendo
elijo tus lágrimas
porque lloran llorando
tu boca porque besa besando
y tu mirada que mira mirando.
Si es una cuestión de gustos
gustoso escojo tu aroma
que huele a sol y a tierra mojada
tu piel que sabe a dulce durazno
y tu alma que huele a bosque encantado
lleno de duendes y hadas jugando.
Si es una cuestión de maneras
entonces me quedo con tu andar de gacela
con tu elegancia jirafa
con tus piernas de garza
y con tus pies que contra viento y marea
azotados por la tormenta igual avanzan.
En cambio si es por una cuestión de sentires
te elijo a toda vos cuando \ tu cuerpo se estremece
entre mis brazos \ y de tus labios en un susurro
se escapa hacia mí un te quiero

sábado, mayo 06, 2006

XVIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Usted bien sabe que hay veces
que las palabras sobran o no alcanzan
pero también omite
que hay veces que hacen mucha falta
claro que con palabras
uno apenas hace un boceto
de las lindas pinturas
que todos tenemos adentro
claro que con palabras
todas las olas son maremotos
y las tormentas furiosas tempestades
por supuesto que hay palabras que no llegan hondo
como los besos las miradas las caricias los momentos
pero sepa que hay palabras que al momento que llegan
besan miran y acarician/ profundamente
porque hay veces que un silencio
duele más que mil palabras
pero téngalo por cierto
una palabra duele más que mil silencios.

viernes, mayo 05, 2006

XXV -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Ahora/ es cuando el silencio mortecino
acaricia las mejillas rociadas de olvido
enrojece los ojos con una falsa furia
y estremece el cuerpo entre chuchos de soledades y fríos

ahora es/ cuando el dulce recuerdo
ha salido de paseo
y uno iluso piensa que volverá seguro
para la hora de la cena

ahora es cuando/ la dulce fantasía entra en juego
y enciende el fuego olvidado de la eterna esperanza
reaviva los sentires crea futuros utópicos
pero no por eso inciertos

ahora es cuando la realidad golpea a la puerta
y uno se acerca a ella dejando los quehaceres cotidianos
la hace pasar a su casa/ le convida con un café
y ésta entonces rompe a reír como loca
ahí es cuando la soledad llega
una vez que la realidad ha muerto de risa
que el silencio se ha ahogado en su propio llanto
y que la fantasía se ha ido en búsqueda de ése recuerdo
que juró y perjuró volver/ para la hora de la cena.

jueves, mayo 04, 2006

XXIV -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Empezaría ahora mismo en éste momento
a repartir trompadas a troche y moche
hasta dejar a todos los títeres sin cabeza
y a esos titiriteros que los manejan
jalarle de las orejas
refregarle su nariz en toda la mierda
y decirles que ya basta
no/ nunca más
aunque claro que para que aprendan
habría que primero hacerles vivir la suerte titiritezca
no del que lo maneja sino más bien del que es manejado
que alza sus manos o canta o baila
porque el que lo maneja así lo demanda
aunque claro que para que los otros títeres recuperen la cabeza sería bueno enseñarles un poco de modelado en papel maché para que cada títere se haga la cabeza en la forma que quiera le guste o convenga \así cuando se la ponga sobre los hombros la use para alzar su mano cantar o bailar cada vez que quiera le guste o convenga.

miércoles, mayo 03, 2006

XI -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

El sol cae por el lomo del río
al fondo del horizonte se ve el Uruguay
una buena moza con un café se acercan
y la luna se despereza para empezar a trabajar
El río multicolor de los automóviles
hacen fila india y componen su oda desafinada
de bocinas en tono agresivamente mayor
El café que humea y la espumita que sonríe
al ser bañada por la lluvia azucarada
del sobrecito de papel con una leyenda en el dorso que dice
..."camina por donde quieras sin que tu paso se pierda al andar"...

La coqueta se refleja acicalada en el río
y el reloj dando las nueve
augura hace rato soledad
Las monedas sobre la mesa
pagan la cuenta y agradecen la atención
la noche fría afuera sonriendo espera
de piernas abiertas como siempre dispuesta
El pucho en la boca cura levemente el plantón
la media vuelta y con paso silencioso
sin arrancarle ninguna mentira al suelo
los ojos se pierden tras esa lágrima cristal
La vuelta a la esquina triste silenciosa
esperando aún con frío dos pies que apenas acarician el piso
la sonrisa que abraza y dos brazos que besan
y el reloj como siempre se equivocó al dar las nueve
pregonando cabizbaja soledad
es bueno saber que el tiempo
el tiempo también se equivoca

martes, mayo 02, 2006

XLXXIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Si es una cuestión de elecciones
elijo entonces tu sonrisa
porque sonríe sonriendo
elijo tus lágrimas
porque lloran llorando
tu boca porque besa besando
y tu mirada que mira mirando.

Si es una cuestión de gustos
gustoso escojo tu aroma
que huele a sol y a tierra mojada
tu piel que sabe a dulce durazno
y tu alma que huele a bosque encantado
lleno de duendes y hadas jugando.

Si es una cuestión de maneras
entonces me quedo con tu andar de gacela
con tu elegancia jirafa
con tus piernas de garza
y con tus pies que contra viento y marea
azotados por la tormenta igual avanzan.

En cambio si es por una cuestión de sentires
te elijo a toda vos cuando \ tu cuerpo se estremece
entre mis brazos \ y de tus labios en un susurro
se escapa hacia mí un te quiero.

lunes, mayo 01, 2006

XXIX -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Podría tener una mañana Bukowsky
tomar de los fondos de las botellas
que aún ruedan por el piso
prender un tabaco armado y renegar
por no tener la marihuana al alcance de la mano.

Buscar entre los clasificados
una barata ramera extranjera que venga llegue y sacíe
que al llegar al mediodía después de lamer mi cuerpo
acalle su sed bebiendo las lágrimas que derramo borracho
mientras hablo de mi padre muerto o mi madre que abandona.

Podría tener una mañana Bukowsky
contar los minutos que quedan para que sean las doce
volcarme sobre la mesa y vomitar la pizza fría
en el suelo de la sala \ dejar mi hígado en el pasado
y que mi vida si así lo quiere que reviente

nadie llorará mi mañana Bukowsky
más que mi cuerpo
que sediento por un trago más
muere.